lunes, 16 de mayo de 2011

Carta a mis vecinos

Por compartir nuestra condición de berazategueses, estamos de acuerdo en anhelar lo mejor para nuestro pueblo del cual orgullosamente formamos parte.

Estoy convencido que el progeso como comunidad depende de la participación y el aporte de todos, y que aunando esfuerzos arribaremos a los objetivos que nos propongamos, con planteos que permitan cambios.

Cuando uno nombra la palabra cambio, inmediatamente piensa en descartar lo hecho y comenzar de cero; tal como nos pasó en las últimas décadas a los argentinos cuando con cada cambio de gobierno se refundaba la Nación. Pero quiero hablar de cambio en el sentido de pensar en lo que viene, ya que como vemos diariamente queda mucho por resolver; por eso debemos valorar lo hecho bien, reparar lo hecho en forma regular y no repetir aquello que se hizo mal.

He trabajado en relación de dependencia en la actividad provada y así tuve la posibilidad de acceder a un título universitario, por ello entiendo que es fundamental que nuestros jóvenes tengan la posibilidad de trabajar, estudiar y capacitarse; los tiempos que corren obligan a estar a la altura de las circunstancias.

Desde temprana edad ocupé diferentes cargos en la función pública en diversos ámbitos y comprendí que es condición ineludible estar al servicio total de la comunidad, para lo cual se debe lograr la máxima eficiencia y eficacia posible en la administración de prioridades. Siendo duncionario de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires, precisamente Subsecretario Social de Tierras, he contribuido a resolver la situación dominial de una gran cantidad de familias de nuestro municipio,; entendiendo que el orden legal de la tierra, como en otras cuestiones, ordena a la sociedad, cumpliendo con el conocido: dentro de la ley todo, fuera de la ley nada.

Como padre de familia, coincidiendo con todos los integrantes de nuestro equipo de trabajo, tengo una gran preocupación por la ola de inseguridad que día a día se cobra numerosas víctimas, y fundamentalmente del flagelo de la droga que por u lado se hace presente en los delitos cometidos y, por otro, neutraliza los proyectos de una importante parte de nuestra juventud.

Convoco a todos los berazateguenses que quieran formar parte de una propuesta renovadora, a aquellas familias que pretendemos un futuro promisorio para sus hijos, a aquellos mayores que con sus  experiencias fortalecen la causa de sus sucesores y mantienen una mirada amplia de nuestro porvenir, a todos los trabajadores que dignamente y con su ejemplo nos motivan a seguir avanzando, a todos los hombres y mujeres que piensen en la posibilidad de desarrollarnos.